01 febrero 2015

Los peligros del adulterio

La vida es una complicación que debemos solventar cada día. Sencillamente es una manera de decir que se lucha a cada momento, incluso a veces es una batalla sin cuartel el querer y poder dormir, algo tan relajante se convierte en una pelea con uno mismo. El matrimonio tiene también su aspecto complicado. Para ello hay que acudir a soluciones, que ya nos han venido predeterminadas y aplicarlas a nuestro matrimonio, pues cada uno vive y está en sus circunstancias. Y el mejor libro al que podemos acudir es La Biblia, el libro más leído y traducido de todos los tiempos.
 
Podemos citar del Antiguo Testamento, el libro de los Proverbios, tradicionalmente atribuido al Rey Salomón (1000 años antes de Jesucristo). 

Los consejos son muchísimos, muy actuales, sirven siempre, no tienen desperdicio en ningún caso, es una buena ficha para recordarlos.

Y alerta nosotras, las esposas!! antes y ahora ha habido, y hay muchas mujeres, que van en busca de hombres casados. Así que es bueno que los tengamos en cuenta.






LIBRO DE LOS PROVERBIOS
Del CAPÍTULO 5
Los falsos encantos de la mujer adúltera
5:
1 Hijo mío, atiende a mi sabiduría, inclina tu oído a mi inteligencia, 
5:2 para que guardes la debida discreción y tus labios conserven la ciencia. 
5:3 Porque los labios de la mujer ajena destilan miel y su paladar es más suave que el aceite, 
5:4 pero al final, ella es amarga como el ajenjo, cortante como una espada de doble filo. 
5:5 Sus pies descienden a la Muerte, sus pasos se precipitan en el Abismo; 
5:6 ella no tiene en cuenta el sendero de la vida, va errante sin saber adonde. 
Los peligros del adulterio
5:
7 Por eso, hijos, escúchenme y no se aparten de las palabras de mi boca. 
5:8 Aleja de ella tu camino y no te acerques a la entrada de su casa, 
5:9 no sea que entregues a otros tu honor y tus años, a un hombre cruel; 
5:10 que gente extraña se sacie con tu fuerza y tus trabajos vayan a parar a casa ajena, 
5:11 y que al fin tengas que gemir, cuando estén consumidos tu cuerpo y tu carne. 
5:12 Entonces dirás: "¿Cómo aborrecí la instrucción y mi corazón despreció las advertencias? 
5:13 Yo no escuché la voz de mis maestros ni atendí a los que me enseñaban. 
5:14 Faltó poco para que estuviera en el colmo de la desgracia, en medio de la asamblea y de la comunidad". 
La fidelidad conyugal
5:
15 Bebe el agua de tu cisterna y la que fluye de tu propio pozo. 
5:16 Que tus fuentes no se dispersen hacia afuera ni tus corrientes de agua, por las calles. 
5:17 Que ellas sean para ti solo y que no haya extraños junto a ti. 
5:18 ¡Bendita sea tu fuente, y encuentra tu alegría en la mujer de tu juventud,
5:19 cierva amable, graciosa gacela! 
5:Que en todo tiempo te embriaguen sus amores y estés siempre prendado de su afecto. 
5:20 Hijo mío, ¿por qué te dejarás prendar por la mujer ajena y abrazarás los pechos de una extraña? 
5:21 Los caminos del hombre están bajo la mirada del Señor y él tiene en cuenta todos sus senderos. 
5:22 El malvado será presa de sus propias faltas y quedará atrapado en los lazos de su pecado. 
5:23 Morirá por falta de instrucción y se extraviará por su gran necedad.
Del CAPÍTULO 6
Contra el adulterio
6:
20 Observa, hijo mío, el precepto de tu padre y no rechaces la enseñanza de tu madre. 
6:21 Átalos a tu corazón constantemente, anúdalos a tu cuello. 
6:22 Que ellos te guíen mientras caminas, que velen sobre ti cuando estás acostado, y conversen contigo cuando despiertas. 
6:23 Porque el precepto es una lámpara, la enseñanza, una luz, y las reglas de la instrucción, un camino de vida, 
6:24 a fin de preservarte de una mala mujer y de la lengua seductora de una extraña. 
6:25 No codicies su hermosura en tu corazón ni te dejes cautivar por sus miradas. 
6:26 Porque el precio de una prostituta es un mendrugo de pan, pero una mujer casada anda a la pesca de una vida lujosa. 
6:27 ¿Puede un hombre ponerse fuego en el pecho sin que se inflame su ropa? 
6:28 ¿Se puede caminar sobre brasas sin quemarse los pies? 
6:29 Eso le pasa al que se acuesta con la mujer de su prójimo: el que la toque no quedará impune. 
6:30 ¿Acaso no se desprecia al ladrón, aunque robe para saciar su apetito cuando tiene hambre? 
6:31 Una vez descubierto, paga siete veces y tiene que entregar todos los bienes de su casa. 
6:32 El que comete adulterio es un insensato, se arruina a sí mismo el que obra así: 
6:33 lo que conseguirá son golpes e ignominia, y su oprobio nunca se borrará. 
6:34 Porque los celos enfurecen al varón, y no tendrá compasión en el día de la venganza; 
6:35 no aceptará ninguna compensación, ni querrá saber nada aunque quieras darle más.
Del CAPÍTULO 7
Contra las seducciones de la mujer adúltera
7:
1 Hijo mío, observa mis palabras y atesora mis mandamientos. 
7:2 Observa mis preceptos, y vivirás, guarda mi enseñanza como la pupila de tus ojos. 
7:3 Átalos a tus dedos, escríbelos sobre la tabla de tu corazón. 
7:4 Di a la Sabiduría: "Tú eres mi hermana", y llama "Amiga" a la Inteligencia, 
7:5 para preservarte de la mujer ajena, de la extraña que se vale de palabras seductoras. 
7:6 Mientras yo estaba a la ventana de mi casa, miré a través de mi reja, 
7:7 y vi entre los incautos, divisé entre los adolescentes a un joven falto de juicio, 
7:8 que pasaba por la calle, junto a la esquina, y se dirigía hacia la casa de ella, 
7:9 en el crepúsculo, al caer el día, en medio de la noche y la oscuridad. 
7:10 De pronto, le sale al paso esa mujer, con aire de prostituta y el corazón lleno de astucia: 
7:11 es bulliciosa, procaz, sus pies no paran en su casa; 
7:12 unas veces en las calles, otras en las plazas, está al acecho en todas las esquinas. 
7:13 Ella lo agarra, lo cubre de besos, y le dice con todo descaro: 
7:14 "Tenía que ofrecer sacrificios de comunión, hoy mismo he cumplido mis votos; 
7:15 por eso salí a tu encuentro, ansiosa por verte, y te encontré. 
7:16 He cubierto mi lecho con mantas de telas multicolores, de hilo de Egipto; 
7:17 he perfumado mi cama con mirra, con áloes y cinamomo. 
7:18 ¡Ven! Embriaguémonos de amor hasta la mañana, entreguémonos a las delicias del placer. 
7:19 Porque mi marido no está en casa, ha emprendido un largo viaje, 
7:20 se llevó la bolsa del dinero, no volverá hasta la luna llena". 
7:21 Así lo persuade con su gran desenvoltura, lo arrastra con sus labios seductores. 
7:22 En seguida, él la sigue, como un buey que es llevado al matadero, como un ciervo que cae en el lazo, 
7:23 hasta que una flecha le atraviesa el hígado, como un pájaro que se precipita en la trampa, sin advertir que está en juego su vida. 
7:24 Y ahora, hijo mío, escúchame, y presta atención a las palabras de mi boca: 
7:25 que tu corazón no se desvíe hacia sus caminos, que no se extravíe por sus senderos, 
7:26 porque son muchas las víctimas que ella hizo caer, y eran fuertes todos los que ella mató: 
7:27 su casa es el camino del Abismo, que baja a las cámaras de la Muerte.


***En el cuadro, El Rey Salomón pintado por Pedro Berruguete.