26 julio 2013

En el día de los Abuelos

Muchas felicidades a todos los Joaquín y a todas las Ana pues hoy celebramos la festividad de estos santos. Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye estos nombres a los padres de la Santísima Virgen María. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente. En este sentido no existe, que yo sepa, un pasaje del Evangelio que se refiera a ellos, pero sin lugar a dudas, la Virgen Santísima tuvo unos padres, a la vez santos, y se llamaran como se llamasen, fueron los abuelos de Jesús, en lo que se refiere a su naturaleza humana. Por eso, sin necesidad de una declaración institucional, los cristianos universales celebramos El día de los Abuelos en tal día como hoy, especialmente los que ya somos abuelos.

Realmente es una belleza inmaterial gozar de ese estatus pues la perpetuación de uno mismo, siendo una cuestión antropológica, es realmente satisfactoria y se traduce en un-no-se-qué que te hace feliz. Además, ves a los hijos gozar de sus frutos y todavía esa belleza se hace más grande. Y aunque se dicen muchas cosas, a los abuelos nos gusta ayudar a nuestros hijos cuidando de sus hijos, es decir, de los nietos.  Y no es ningún abuso, es más, la ayuda mutua en el seno de la familia es lo más natural del mundo, y desde sus orígenes.

En el rezo del Angelus el Papa Francisco habla de los abuelos