06 mayo 2013

Para ayudar a la Iglesia en España

Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios* así nos lo enseñó Jesucristo. Sin embargo, nos duele a unos ciudadanos tener que pagar cada vez más impuestos debido a que otros han vaciado –impunemente de momento- la tesorería del país.

Mientras la Administración de la Justicia trabaja y se aplica mucho en resolver todos los entramados de corrupción y de estructuras de pecado de diversas índoles, si estamos obligados a ello, prepararemos la Declaración del Impuesto sobre la Renta del año 2012. En la campaña “Portantos”, nombre que recibe el Programa Para el Sostenimiento Económico de la Iglesia, que promueve la Conferencia Episcopal Española, se nos propone lo siguiente:

“Si el declarante decide marcar las dos casillas, suceden dos cosas. Primera, que el declarante no va a pagar más ni le van a devolver menos que si hubiera optado por cualquiera de las otras tres posibilidades. Por tanto, sin ningún perjuicio económico, el declarante puede marcar las dos casillas. Segunda, el Gobierno entregará un 0,7% a la Iglesia católica y otro 0,7% a los llamados “otros fines sociales”. No se reparten la mitad del 0,7% para cada uno”.

Ahora hay que decidir qué hacer: poner dos “X” o una “X” por lo menos! pues toda ayuda a la Iglesia Católica, directamente o a las entidades que patrocina, es y será bienvenida.

Y por supuesto rezar para que estos bienes, tanto los que recibe el Estado como los que recibe la Iglesia, se administren adecuadamente y con visión sobrenatural.

* Evangelio de san Lucas 20: 25, y Evangelio de san Mateo 22:21