20 julio 2012

Al abordaje ferroviario

El calor propio del verano se nos está subiendo de los pies a la cabeza, y el ambiente político, económico y social, favorece todavía más a que suban las temperaturas fisiológicas y se rompan los termostatos de nuestro corazón. Nos indignamos con mucha razón pues no hay para menos, pero alerta! que no lo pague nuestra familia, nuestro marido, y nuestros hijos y nietos. A pesar de que el bolsillo no está para gastos, y las pasiones se desatan porque el calor social nos pone a prueba de bomba, tengamos sentido común, “seny” y paciencia. Esta actitud no significa medrarse, significa racionalizar las cosas, llevarlas al corazón y a la oración personal con Dios.....
.......no vaya a ser que se produzca un choque de trenes en alta mar.

Gracias a Xavier por el consejo, y por seguir este blog.