14 marzo 2012

Seguimos en Cuaresma

En alguna ocasión ya he comentado de cómo hemos de ir vestidas, a la moda, modernas, renovadas, sin gastar mucho dinero en todo ese plan, y sobre todo con la talla que nos corresponde. Ello me viene a la cabeza porque ya empiezan a estar los escaparates ocupados con los nuevos modelitos de primavera-verano y nos entran unas ganas locas de ir a comprar que no te puedes aguantar!. Obviamente nuestro marido considera que tenemos el armario absolutamente lleno, prueba de ello es que en el verano pasado íbamos vestidas, ¿o no? ¡Ay! Pero este año todo son vestidos y vestidos, y pantaloncitos mínima esencia que no sirven para nada, nada más que para llamar la atención de los varones, pues todos ellos son visuales, y no es bueno que les hagamos sufrir, pues sería toda una malicia que debemos evitar. Hoy toca vestidos y más vestidos, lisos, de flores, vaporosos, y medias, muchas medias, y pañuelos y fulares a juego (seguro que tenemos muchos en las cajas del armario de nuestra habitación….). Por ello, antes de comprar todo lo que vemos y que nos gusta muchísimo, primero deberíamos pensar qué tenemos y qué podemos comprar. Seguro que con la ropa de años anteriores y algo nuevo estaremos monísimas. Sin embargo va a ser una tentación muy fuerte, de esas que los hombres no pueden entender por mucho que les expliquemos, pues nos encanta llegar a casa con bolsas y más bolsas de cosas nuevas. Pero ahí estará la templanza, esa virtud que mirando escaparates vamos a practicar un montón, y la Cuaresma se lo merece.