29 septiembre 2011

Sanar el alma

Iglesia de Santa María de Montalegre
Barcelona (España)
La violencia pasiva es darse un golpe, es hacerse daño, sin buscarlo ni quererlo.
La violencia activa es pedir perdón a quien hemos infringido una ofensa, un daño, y más profunda es la violencia cuando supone decir: yo me acuso de... en un confesionario.
De la primera te recuperas según la intensidad del golpe; de la segunda, rápidamente, después de recibir la absolución del sacerdote en nombre de Cristo y de cumplir la penitencia.
Amén

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. (del 296 al 312).